¿Y dónde está Dios?

17/2/2008

Hoy escuché por primera vez, una hermosa canción de los españoles de Mago de Oz, que se llama “La Cantata al Diablo (Missit me dominus)” y en su conclusión, incluyen un poema maravilloso, que transcribo para ustedes:

Padre Nuestro, de todos nosotros,
de los pobres, de los sin-techo,
de los marginados y los desprotegidos,
de los desheredados y de los dueños de la miseria,
de los que te siguen y de los que en tì ya no creemos,
baja de los Cielos, pues aquí está el Infierno,
baja de tu Trono pues aquí hay guerras, hambre, injusticias.

No hace falta que seas uno y trino,
con uno solo que tenga ganas de ayudar, nos bastaría.
¿Cuàl es tu Reino?
¿el Vaticano? ¿la Banca? ¿la Alta Polìtica?
Nuestro Reino es Nigeria, Etiopía, Colombia, Hiroshima;
el pan nuestro de cada día son las violaciones,
la violencia de género, la pederastia,
las dictaduras, el cambio climático.

En la tentación caigo a diario,
no hay mañana en la que no esté tentado
de crear a un Dios humilde, justo,
un Dios que esté en la tierra, en los valles, los ríos,
un Dios que viva en la lluvia,
que viaje a través del tiempo y acaricie nuestra alma.

Un Dios de los tristes, de los homosexuales,
un Dios más humano.
Un Dios que no castigue, que enseñe;
un Dios que no amenace, que proteja;
que si me caigo me levante,
que si me pierdo, me tienda Su mano.
Un Dios que si yerro no me culpe
y que si dudo me entienda,
pues para eso me dotò de inteligencia, para dudar de todo.

Padre Nuestro, de todos nosotros,
¿por qué nos has olvidado?
Padre Nuestro, ciego, sordo y desocupado,
¿por qué nos has abandonado?


Me llegó tanto este poema de los de la tierra de Oz, que busqué uno de los libros preferidos de mi adolescencia, “Antología Mayor” de ese sabio de la campiña turrialbeña: Jorge Debravo, y ahí busqué casi automáticamente mi poema más leído en toda mi vida: “Consejos para Cristo al comenzar el año”. He releído este hermoso pedazo de humanidad que nos regaló Debravo, y la verdad es que, no se si por el tinto o por el gouda, pero he llorado al comprobar la actualidad de palabras escritas con el corazón por Jorge hace màs de cuarenta años. Les dejo con esta brasa, no sin antes advertirles que este poema de Debravo remueve conciencias, y si la tuya no anda para tafetanes, mejor abstenganse de leerlo:

Yo sé que tú conoces esta angustia
que llevo en los costados.
Estas ansias de ser lo que no he sido
que me queman los labios.
Hemos paseado juntos, muchas veces.
Mirándonos las manos.
Y te he encontrado siempre como amigo.
Por esto te he invitado
a caminar con paso distraído
alrededor de la ciudad y el llanto.

Una vez me contaste tu milagro
hecho en las Bodas de Caná. ¿Recuerdas?
Dijiste que te había causado mucha
emoción por haber sido la primera
vez que hacías cosas grandes.
Me lo contaste guiñándome los ojos,
como si yo no lo supiera.
Se te volvió el semblante ancho y alegre
y la cara de fiesta...

Nosotros dos hemos hablado mucho,
en horas de esperanza y de miseria.

No creo que te avergüences
de esta amistad sincera
y de haberme contado algunas cosas
con el ruego que a nadie lo dijera.

Ya que somos amigos (en secreto,
para nosotros dos), dime: ¿Qué piensas
hacer en este año
que comienza?
Muchos sueñan temblando,
porque esperan
la súbita caída sobre el mundo
de un vendaval de guerra.
Yo sé que habrá sollozo,
soledad y miseria
y esquinas inundadas por el chisme.
Y hasta es posible que, las malas lenguas,
sin nos ven conversando tan a solas,
digan que tramamos alguna contienda.

Siempre he deseado que me digas Cristo,
qué piensas preparar para el futuro

¿Piensas dejar que sigan desangrándose
los hombres por el banquillo sucio
de una Presidencia?. Ya es hora
de cortar con machete estas tristezas!.

Debieras ordenar
que haya más siembra
de esperanza y amor,
y menos guerra
y crimen en el mundo.

Yo – el menos - ya estoy bien cansado
de oír que llaman héroe al que mata
cien hombres defendiendo a un tirano
que se mama los pechos de la patria.

Muchos niños se caen en el pozo
del hambre y de la muerte, noche a noche.
Muchos hombres fallecen en aceras
olorosas a alcohol, negros y pobres.
Muchas mujeres compran pan y carne
con el sexo blenorrágico y deforme.
Los más fuertes hornean capitales
quemándoles los dedos a los pobres.
Unos rezan a Dios pidiendo llanto,
dolor y crimen para los enemigos.
Otros vienen con panes en la boca
y en las manos venenos y cuchillos.
A mí, personalmente, me parece
que deben acabarse estos suplicios.

Pero en fin, tú conoces
más que yo estas cosas.

Has vivido casi 2000 años,
que son bastantes para una persona.

Yo apenas tengo un poco más de 20
y ya me siento con las manos rotas.

No porque haya sufrido demasiado:
sino porque me duele lo que otras
gentes padecen en el mundo entero,
donde sufren igual que fieras locas.

¿Qué te parece, Cristo, si arrancamos
este volcán de plantas venenosas?.

Yo casi estoy seguro que los hombres
desean ser buenos.
Claro que no lo pueden por sí solos:
Necesitan maestro
¿Por qué no nos ayudas un poquito?
Ya ves que en esta tierra hay mucho cieno
que limpiar.
Yo a veces pienso
que Dios la hizo con las manos sucias.
Sería bueno
que vinieras, allá de cuando en cuando,
a pasar por lo menos
los fines de semana
en estos pueblos.

Perdona si te doy estos consejos:
Sabes que lo hago en calidad de amigo.
Yo no quisiera que las gentes hablen
mal de ti, Cristo.
Por eso te propongo que en este año,
aún recién nacido,
vengas a visitarnos con frecuencia
y nos ayudes a buscar caminos.
Podrías darles lecciones a los curas,
recordarles lo que es el Cristianismo,
cambiarles el cerebro a algunos tipos:
A los políticos
y a algunos dictadores
presumidos.
Podrías darles consejos a los padres
y a los hijos.
También podrías traer algunos panes
para los mendigos.
En fin ya tendrás tiempo de ir pensando
todo lo que hay que hacer en estos sitios.

¿Te marchas ya? Perfectamente, Cristo.
Ya tendremos un rato para hablarnos.
Yo siempre te he querido como amigo.
Por ahora, permíteme decirte
que ha sido un gran placer charlar contigo.
Espero que de vez en cuando vengas.
Hay mucho por decir que no hemos dicho.
Y ojalá que pienses mucho, hasta los huesos,
todo esto que hoy te puse en los oídos.


Jorge Debravo.
Milagro Abierto
Turrialba 1960

Rara vez dudo de mi fe, creo con firmeza en que dios no existe, asì que mi fe es a prueba de dudas… pero a veces mi alma se empequeñece pensando en estas cosas, a veces, con la ayuda de amigos sinceros (como Harold, que facilitò los medios de hoy), pienso en lo que me gustarìa que un Jesùs se venga de una vez por todas desde los cielos y ponga un poco de justicia y armonìa en este mundo tan desigual, unas veces me da por soñar en lo lindo que sería que dios si existiese y que con solo un soplido arrancara la avaricia y el individualismo de los hombres, que con solo un movimiento de su brazo, los corazones de esta humanidad engañada, conectaran de una vez por todas un sistema de banda ancha con el cerebro… hasta me he atrevido a pensar que si dios bajara y lo vieramos, talvez por fin nos darìamos cuenta de lo importantes y valiosos que somos, porque serìa igual que nosotros, igual que todos, igual que cada uno… entonces comprenderíamos que somos la misma cosa y que tenemos que cuidarnos, que tenemos que pensar en el otro como pensamos en nosotros… a veces me despierto y la resaca no es por el vino, es por el hoyo enorme que mi corazòn guarda intacto en busca de la divinidad adecuada… talvez deberia hacer como dictan los magoz y crearme mi propio dios, al fin de cuentas, ya Chopra me dijo como…

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