Se aprovechan de mi nobleza


Esta famosa frase de Chespirito, se aplica plenamente al caso de los tales porteadores.

Yo no se por qué en este país es tan difícil decir las cosas como son.  Los porteadores no son otra cosa más que taxistas piratas.  Todo ese cuento de que el Código de Comercio permite el porteo de personas, como si fuésemos la vaca Milagro, no es más que eso, un cuento.

En este país está claro que para trabajar como taxista, deben obtenerse una serie de requisitos, incluyendo un permiso especial o placa, y que el número de taxistas por región está restringido.  Es de suponerse que esta restricción a la libre práctica de este servicio público, obedece a estudios técnicos que justifican su necesidad.

Y mientras esta restricción exista, sólo quienes cumplan con los requisitos establecidos por ley, pueden operar como taxistas.  Sin más.

Por lo pronto, a todo este montón de engañados que creen tener derechos y a los que el gobierno de don Abel... eh perdón, de doña Laura justifica recibiéndolos y ninguniándolos, solo puedo recomendarles una urgente dosis de ubicatex.

Como corolario una idea loca.  A fin de cuentas todo el problema es por la majadería de restringir las placas de taxi.  Lo que debería hacerse es abrir el mercado del taxi.  Tener requisitos claros pra garantizar la calidad del vehículo, la pericia del conductor y la seguridad del cliente, y que todo el que quiera placa de taxi, la pida y se le de.  El mismo mercado se encargará de regular el número de taxistas que habrá en las calles.  Así cada uno será responsable de definir si el mercado del transporte público les funciona o mejor se trasladan a otra cosa... claro, así no habrá como explotar el "caudal electoral" que llaman...