Y entonces ¿el amor?

5/8/2006

El amor es de verdad misterioso y lleno de sorpresas.

Alguien lo comparó con el azogue, que se escurre entre los dedos, se acomoda al molde en el que se le atrapa, cambia sus propiedades con el calor y sobre todo, refleja lo que le rodea como un espejo, sin mostrar nunca su verdadera cara.

Hay muchos días en que descarto esa comparación, por considerarla estúpida y falta de justificaciones reales, pero otros días, como hoy, sencillamente no dejo de ver la grandeza de dicha comparación.

Cuando estoy solo en mi cuarto, haciendo contabilidad de mis muchos años y mis muchas más experiencias (eufemismo para ayotadas cometidas), de verdad que se me hace el amor un metal frío pero no lo suficientemente sólido para asirlo, sino más bien, tan escurridizo que no logro tomarlo por el cuello y besarlo hasta la garganta...

Que días estos, y curiosamente no es este un día común para estos pensamientos, es decir, hizo un día espléndido, un atardecer maravilloso y ahora mismo la luna está coronando la bóveda celeste tal cual es: una reina estelar que nos acompaña unas si y otras quien sabe...

Pero como que me hace falta un apapacho como dirian los mexicanos.

Saludos y si les sobra un apapacho, no dejen de enviármelo... Niebla.

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