Hay un toro

30/8/2006

Ay como duele cuando un amigo te lastima.

Uno se va creando círculos de acceso alrededor de las fibras más sutiles de la propia existencia. Algunos nunca son accesados por nadie más que por uno mismo, pero otros, tienen diversos niveles de acceso.

Existe alguna gente muy cercana a la que uno le brinda un acceso ilimitado, prácticamente a cualquier área. Esa gente es con la que nos abrimos de par en par, con la que zanjamos una herida en nuestro corazón para exponer nuestra propia entraña a ese ser querido.

Por eso, cuando uno de ellos te lastima, ay como duele.

Y es que uno debe entender que eso a lo que llamamos 'lastimar' pues no es ni más ni menos que las áreas irresueltas que, como las heridas que no han sanado, se resienten al contacto del dedo extraño como del propio.

Pero como las emociones siguen paseándose por ahí, pues es como si le echáramos chile a la herida, para que duela más todavía...

Que gran camino tengo por delante, cuanto que mejorar...

Nos vemos en la vereda hermanos zaguates.

Saludos,

Niebla

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