¿Será la luz solo una proyección del corazón?

31/07/2006

Hoy he estado verdaderamente de vacaciones, y ya ven que cuando uno está en la casa, "echado" en el sillón, resolviendo SUDOKU's, se le viene a la cabeza cada idea, que hasta uno mismo se sorprende.

Precisamente en una de esas divagaciones vacacionistas, observaba como la luz entra a la sala de mi casa por una de las ventanas altas, y cambia la configuración de los muros opuestos, creando bordes inexistentes, cubriendo agujeros que si existen y disfrazando los colores con un matiz juguetón que depende mucho de las nubes que iban pasando delante suyo.

Viendo ese espectáculo, me surge la inquietud de qué es realmente la luz, porque definitivamente la luz no se ve siempre igual, ni la veo igual yo a como la ven otras personas. Y al fin caemos en la misma respuesta "pantano" de siempre... uno ve lo que su estado de ánimo le permite ver. Así cuando estás animado ves todo en colores vivos y cuando estás enamorado (que lo he estado de fijo) todo se ve color de rosa, aunque suene trillado y cursi, y claro, cuando uno está medio deprimido, los grises hacen una aparición tan teatral e impactante, que deberían ser merecedoras de un Oscar.

Y así la luz va variando, desde que me levanto y entra por mi ventana, de la mano del sol que recién se levanta detrás de los árboles de mango y mandarina de mi vecino, pasando por el pesado sol del mediodía en el que mi estómago no me permite casi ni abrir los ojos en espera de la hora de almuerzo, y aterrizando en las montañas del oeste de San José, cuando tengo la suerte de salir temprano del trabajo y toparme de frente con ese sol anaranjado y juguetón que guía mi regreso a Ciudad Colón.

Aunque no siempre el sol de la tarde es anaranjado, a veces es rojo, casi como si estuviera llorando lágrimas de sangre, y a veces las oscuras nubes de la tormenta que nos arrullará en la noche, no lo dejan verse, y todo está oscuro y gris, lo cual en la autopista Próspero Fernández tiende al tenebrismo, por los largos períodos sin iluminación.

Bueno, es solo una divagación, agravada por las vacaciones, así que no hay que creersela...
Saludos, Niebla

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