Ay Dios


8/9/2008

Si uno cree en un dios que está compuesto por tres personalidades distintas y que en un período de dos mil años tuvo un cambio absoluto de personalidad y en lugar de gustarle las matazones y las películas de Charles Heston, se hizo amoroso y fan de Mel Gibson, o si tu dios resulta que es el fruto del desagravio que los favores de eso otro dios le hicieron a uno de los hijos de tu profeta en lugar del hijo del que vos desciendes, o si en lugar de eso, tu dios es solo un estado mental que te pide el desprendimiento de todo lo material para favorecer un desbalance absoluto en tu vida diaria hacia lo espiritual, o si tu dios es un hijo hippie del fan de Gibson, al que de pronto le dio por prohibir el consumo de café para molestar a los tercermundistas, o en fin, sea cual sea tu dios, no importa, estamos en problemas.

Bueno, talvez no estemos en problemas sino que podríamos estarlo.

Los problemas vienen cuando depositamos la movilidad de nuestros proyectos, sueños y metas, en ese dios particular, cualquiera que sea. Cuando sencillamente no hacemos nada porque si hubiera que hacer algo dios lo haría, o si algo malo pasa fue porque dios así lo quiso, eso es ya un problema.

Cuando no somos capaces de reconocer que los únicos responsables de nuestras vidas y de cualquier cosa que en ellas pasa somos nostros mismos, estamos en problemas.

Cuando seguimos actuando irresponsablemente con nuestro planeta, porque a fin de cuentas si dios ya nos dio un planeta, pues ya verá como hace para darnos otro si fuera necesario que nos mudemos de este, estamos en problemas.

Si no tomamos acciones para mejorar el entorno en que vivimos, para combatir la corrupción, para atacar las causas de la inseguridad ciudadan, porque dios sabrá la razón para que vivamos así, estamos en problemas.

Estamos en problemas cuando la vida se nos hace tan inmanejable e inexplicable como para reer que solo un ser sobrenatural es capaz de interpretarla y hacer algo por construir un mundo mejor.

Estamos en problemas por irresponsables y por insensatos.

Pero estamos aun a tiempo de tomar decisiones correctas y hacernos de las riendas de nuestras propias vidas. Lo que pasa en cada momento que vivimos es nuestra responsabilidad y de nadie más, sea esa otra persona humana, divina o de otro origen, solo nosotros somos responsables y por ende solo nosotros podemos hacer algo para que las cosas cambien.

Dios quiera que cambiemos. Amen.

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